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Abrazar el silencio

¿Te resulta incómodo el silencio cuando estás sola? ¿Y cuándo estás con gente?

En este mundo de hiperconexión y continuo ruido puede ser complicado encontrar silencio y aún así, a veces, cuando lo conseguimos, huimos de él.





¿Qué es el silencio?

A pesar de que el silencio se define como la ausencia total de sonido, realmente en la vida normal esto es imposible, aunque estés en un desierto o en un bosque nórdico alejado de todo ser humano y animal viviente, hay sonido. Escucharás agua, aire, un insecto revolotear e incluso tu respiración.

Así que aquí voy a referirme al silencio como la ausencia de ruido constante.





Podemos decir que el silencio es un lujo.

Hemos construido un mundo basado en la productividad, la apariencia, el ruido social y el ruido mental. Pero el silencio es esencial para nuestro bienestar. Afecta de forma directa en nuestro sistema nervioso, nuestra presión arterial y genera nuevas neuronas en el cerebro (Dr. Michel Le Van Quyen, Cerebro y Silencio). La ausencia de sonidos también es un estímulo para el cerebro al igual que el sonido en sí mismo.

El silencio nos permite escucharnos, escuchar nuestro entorno y reflexionar. Y escasea tanto en la vida cotidiana que realmente, como decía al principio, se ha convertido en un lujo. Hacemos retiros y viajes buscando silencio, pero ¿qué pasa con el propio silencio interior?, ¿Cómo podemos encontrarlo en un día normal?


Encontrar el silencio en la vida cotidiana


Lo primero que podemos hacer para encontrar silencio es algo tan sencillo como prestar atención. Como dice Eckhart Tolle en su libro El poder del ahora: "Prestar atención al silencio externo crea silencio interno, aquieta la mente. Cada sonido nace del silencio, vuelve a morir en el silencio y durante su periodo de vida está rodeado de silencio. El silencio permite que el sonido sea". Así que si estamos atentos podemos encontrar silencio en las pausas entre sonidos.

En esta charla TED, Dallas Taylor habla sobre la exploración del sonido y lo que se escucha en el silencio, cómo podemos hacerlo en nuestro día normal. También habla sobre la música ambiente y de lo personal que es la escucha del silencio. Es muy recomendable, te animo a que la veas.




Silencio en las clases de yoga

Cuando pensamos en clases de yoga pensamos en silencio, calma y quietud. Pero muchas veces no es así. Hay veces que incluso damos y/o recibimos instrucciones en exceso. Ya no solo ajustes en la postura si no indicaciones de lo que tenemos que sentir y cómo tenemos que hacerlo. Es verdad que hacer de espejo o guía para la alumna es muy necesario cuando no está acostumbrada a escucharse, pero considero que también es beneficioso generar silencios que les animen a ello. Y a mí, personalmente, me encantan.

Por ejemplo, yin yoga invita a esto. Al mantener las posturas más tiempo, te da espacio para el silencio, la escucha y el aprendizaje, aunque a veces puede ser mentalmente frustrante en ciertas posturas o días, la oportunidad que te ofrece esta práctica es única.

Por supuesto, no hay nada más idóneo que la meditación o en mindfulness para desarrollar el silencio mental y la presencia.


Y tú, ¿te animas a bajar el volumen a esos ruidos externos para empezar a apreciar el silencio interno?


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