Tus pies importan, ¡y mucho!
Siempre me ha encantado andar descalza, sentir el tacto del suelo en los pies es para mi uno de los placeres de la vida. Podría decirse que he estado bastante conectada con ellos, pero no fue hasta que comencé a practicar yoga que entendí su importancia.

Para muchas personas los pies son grandes desconocidos, sí, hablo de sus propios pies. No mueven los dedos, tienen la planta agarrotada y se pasan el día en zapatos incómodos o inapropiados. Entonces cuando comienzan a tomar clases de yoga y reciben instrucciones como “activa los dedos de los pies”, “ensancha la planta”, “presta atención a los cuatro apoyos del pie” o “enraíza tus pies”, no entienden nada.
¿Te identificas? No te preocupes, la mayoría hemos pasado por esa situación, “el calzado rígido y las superficies pavimentadas enseñan a nuestros pies a ser pasivos e inarticulados” (Anatomía del yoga. Leslie Kaminoff y Amy Maatthews).
¿Por qué es tan importante prestar atención a los pies?
Porque son la base de tu postura, la inestabilidad, rigidez y falta de movimiento afectan al resto de tu cuerpo. Poco a poco se van produciendo acciones en cadena para compensar la rigidez, lo que nos lleva a acumular tensión en la espalda, caderas e incluso el cuello.
Para traer atención a tus pies y hacerte consciente de ellos, te propongo que por mañana al despertar y levantarte de la cama, te tomes un minuto con los ojos cerrados para hacerte consciente del apoyo de los pies y, mientras te preparas para comenzar el día, puedes caminar un rato descalza o en calcetines si tienes frío.
Al finalizar el día, cuando llegues a casa o te quites los zapatos, masajea un poquito los pies, no es necesario que sea muy intenso o que estés mucho rato, se trata solo de soltar tensión acumulada. Seguro que en poco tiempo comienzas a notar los beneficios y sentir los pies menos cargados.
Ahora que eres más consciente de tus pies es el momento de darles movilidad y fortalecerlos para crear una base sólida. Si practicas yoga seguro que estás familiarizada con abrir los deditos o, al menos, lo intentas. Si no lo practicas, te lo recomiendo. Cuando abres los dedos de los pies creas espacio en una zona que suele estar prieta por los zapatos. Además, como antes he comentado, toda la estructura de tu cuerpo se ve afectada, y al crear espacio en los dedos de los pies, creas espacio incluso en la espalda baja.
Tal vez, al principio te cueste mucho o te resulte hasta imposible el hecho de separar los dedos o moverlos. Paciencia. Puedes comenzar llevando atención a los dedos y estimulándolos mediante el tacto, e incluso, separándolos tu misma con la mano para ir recordando a tu cuerpo cómo se hace y restableciendo o reforzando las conexiones neuronales encargadas de ello.
Si quieres realizar algunos ejercicios muy sencillos, te dejo este vídeo donde podrás ver algunas formas de movilizar deditos, al principio puede resultar costoso (yo aún sigo trabajando en ello) pero si persistes terminarás lográndolo y verás resultados increíbles.
Si os ha gustado el tema, os recomiendo este artículo de Elisabet Silvestre para la revista CuerpoMente donde desarrolla los beneficios de andar descalzas.
Y el instagram de The Foot Collective donde enseñan cosas super interesantes acerca de la salud de los pies.
https://www.instagram.com/thefootcollective/?hl=es
Contadme si lo ponéis en práctica.
¡Nos vemos pronto!