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Yoga en la oficina

La mayoría de nosotras pasamos muchas horas frente al ordenador y cuando nos vamos a levantar de la silla notamos el entumecimiento y la rigidez, por eso es importante darle un respiro al cuerpo de vez en cuando.



Seguro que te ha pasado que alguna vez hayas tenido una contractura muscular por alguna mala postura o estrés. También es posible que si pasas mucho tiempo sentada en el trabajo acabes con molestias en la espalda o en la zona de la cadera; y por el contrario, si trabajas de pie, es muy probable que tengas la espalda y los pies sobre cargados. ¿Te suena algo de esto? Aquí es donde entra en juego la higiene postural, es un término que últimamente está muy de moda sobretodo en ámbitos laborales, así que vamos a ver qué es y cómo el yoga nos puede beneficiar.


La higiene postural son recomendaciones o correcciones de hábitos posturales. Nos permite mantener una postura natural en nuestro cuerpo y así evitar lesiones musculares u óseas.


¿Cómo nos puede ayudar aquí el yoga?

ASANA (Posturas)

Aquí os comparto una serie de posturas que podéis hacer mientras trabajáis para estirar un poco y movilizar.


Torsión sentada

TORSIÓN SENTADA

Siéntate con la espalda alargada y ambos pies apoyados en el suelo.

Inhala y eleva el brazo derecho. Al exhalar gira el torso hacia tu derecha y, suavemente, sujétate con las mano derecha al respaldo de la silla y con la izquierda al asiento.

Mantén tu pelvis neutra y bien apoyada en la silla.

Mantén la postura entre 5 y 10 respiraciones.

Deshaz suavemente.

Pausa unas respiraciones con la espalda en una posición neutra y, después, repite con el otro lado.



Brazos de garudasana


BRAZOS DE GARUDASANA

Siéntate con la espalda alargada y ambos pies apoyados en el suelo.

Cruza los brazos, poniendo el derecho sobre el izquierdo.

Ahora dobla los codos e intenta conectar las palmas de las manos, a la altura de tu cara.

Relaja los hombros y alarga el cuello.

Mantén entre 5 y 10 respiraciones profundas.

Deshaz suavemente y repite, con el brazo izquierdo por encima, esta vez.

Apertura de pecho




APERTURA DE PECHO

Siéntate con la espalda alargada y ambos pies apoyados en el suelo.

Entrelaza las manos detrás de la espalda.

Dobla ligeramente los codos, intenta juntarlos y estira de nuevo los codos.

Deja los brazos en esa posición y puedes mantener aquí o, si prefieres, inclinarte hacia delante.

Mantén entre 5 y 10 respiraciones profundas.

Deshaz suavemente.




Apertura de cadera

APERTURA DE CADERA

Siéntate con la espalda alargada y deja el pie izquierdo bien apoyado en el suelo.

Coloca el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda. Flexiona el pie derecho y, con las manos, empuja ligeramente la parte interna del pie y del muslo derecho.

Alarga la espalda.

Puedes mantener ahí o flexionar hacia delante, manteniendo la espalda larga.

Mantén entre 5 y 10 respiraciones profundas.

Deshaz suavemente y repite, con la otra pierna.




Estiramiento de la pierna

ESTIRAMIENTO DE LA PIERNA

Siéntate en el borde de la silla y coloca tu pierna derecha sobre la mesa, otra silla o la elevación que tu necesites, por poca que te parezca puede ser suficiente con un reposapies.

Flexiona el pie derecho hacia ti.

Al inhalar alarga la columna y cuando exhales puedes flexionarte hacia la pierna.

Si ya notas el estiramiento solo con alargar la columna, no hace falta que te inclines.

Mantén entre 5 y 10 respiraciones profundas.

Deshaz suavemente y repite, con la otra pierna.





MEDITACIÓN Y RESPIRACIÓN

Lo más seguro es que no puedas parar durante tu jornada de trabajo y ponerte a meditar durante media hora. Pero cuando te sientas muy cargada o bloqueada puedes parar unos pocos minutos a respirar de forma consciente y profunda. Eso te ayudará a despejar y calmar la mente y a ser consciente de alguna tensión física que estés empezando a crear.

Te dejo por aquí una entrada donde te doy algunos: tips para comenzar a meditar.






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