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Respira como quieres vivir

En yoga hacemos mucho hincapié en la respiración, en el cómo, en el cuánto, en las pausas, en la duración, en el sonido… Incluso me atrevería a decir que la respiración es el eje central de muchas prácticas ya que afecta directamente a nuestro sistema nervioso, nuestro cuerpo físico y a nuestra mente. Respirar es algo que hacemos continuamente pero a lo que le prestamos muy poca atención.



LA RESPIRACIÓN A NIVEL FÍSICO

En la respiración intervienen dos cavidades: la torácica (costillas, pulmones…) y la abdominal (estómago, hígado…). Es importante que a la hora de respirar usemos ambas para conseguir respiraciones plenas.


¿Cuál llenamos primero? Pues eso depende.

Normalmente en las clases de yoga se enseña a inhalar llenando primero el abdomen y después el tórax, y al exhalar vaciando primero el tórax y seguido el abdomen. Pero si lo haces al contrario, es decir, si al inhalar primero comienzas a inflar la caja torácica y vas bajando hasta llenar tu abdomen, y al exhalar liberas el abdomen y después el tórax, de esta forma permitirás que tus costillas se extiendan ligeramente y crearás espacio en la espalda. De la otra manera es posible que llenes tanto el abdomen que cuando quieras acceder a la parte torácica te hayas quedado sin capacidad.


Así que lo que nos interesa es acceder a las dos zonas; ser capaces de movilizar libremente el diafragma al respirar en la zona abdominal para que nuestra respiración fluya de manera profunda y llevar también aire a la zona posterior del cuerpo, es decir, imagina que respiras en 3D, no te limites solo a hinchar el pecho.

LA RESPIRACIÓN Y EL SISTEMA NERVIOSO

Por otro lado, la respiración está ligada al sistema nervioso. Cuando estamos agitadas nuestra respiración se acelera y los músculos implicados se tensan, y cuando estamos relajadas o dormimos, la respiración se hace profunda y lenta. Esto quiere decir que al igual que nuestro estado de ánimo y nuestros pensamientos influyen en nuestra respiración, la relación también puede darse a la inversa, podemos influir en nuestro estado con la respiración. ¿Cómo?

Si queremos activarnos porque nos sentimos plomizas o faltas de energía podemos respirar igualando inhalación y exhalación, e incluso, introduciendo pequeñas pausas de retención de aire. Y si, por el contrario, queremos calmar la mente y bajar revoluciones, alargaremos la exhalación, para hacerla, si podemos, el doble de larga que la inhalación y calmar nuestro sistema nervioso.

RESPIRACIONES PLENAS Y CONSCIENTES

La exhalación es una herramienta imprescindible para la eliminación de toxinas, como el CO2, y cuando respiramos rápido dejamos más aire residual del necesario en nuestros pulmones. De aquí la importancia de respirar plenamente.

Si además comenzamos a respirar conscientemente es la forma más accesible y eficaz de meditar y traer tu atención al momento presente. La respiración, como hemos visto antes, puede servirte de indicador para ver cómo te encuentras y servirte como herramienta para calmarte o activarte.

FUERA PRESIÓN

Después de leer todo esto es posible que estés pensando que en qué momento vas a tener en cuenta todas estas cosas a la hora de respirar. Y tengo dos buenas noticias:


1. Cuanto más lo practicas en momentos puntuales como en tu práctica de yoga, de meditación o aunque sea 2 minutos al día, más fácil es integrar respiraciones completas en tu día casi sin darte cuenta. Y en seguida notarás cuándo no estás respirando “bien” y te servirá para traer tu atención en seguida al presente.

2. Como dice Leslie Kaminof: “El universo respira por nosotros”. Os explico, aunque pueda parecer que al inhalar nosotras somos las que introducimos el aire en el cuerpo no es así. El aire se introduce solo en nuestro cuerpo por un cambio de presión. Al aumentar el volumen de nuestro cuerpo se produce una bajada de presión y esto provoca que el aire entre en nuestro interior. Eso es inhalar. Así que tranquila, puedes respirar bien, no te agobies. Solo prueba a ver qué pasa si comienzas a prestarle atención.

Ahora es tu turno, observa tu respiración a lo largo del día y detecta variaciones dependiendo del momento. Cuéntame, ¿Cómo es tu respiración?


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